sábado, 21 de septiembre de 2013

EL SILENCIO DE UN HOMBRE


http://www.amazon.es/El-silencio-hombre-ebook/dp/B00ESER8LS/ref=sr_1_4?ie=UTF8&qid=1379778971&sr=8-4&keywords=EL+SILENCIO+DE+UN+HOMBRE

MATADERO

Siempre el mismo sueño, cada día al despertarme la misma sensación de soledad y ahogo. Mi vida antes tan sencilla, se estaba complicando por momentos, por culpa de esa maldita pesadilla. En el trabajo no rendía, los compañeros se reían de mí a mis espaldas. Ahora la sangre me levantaba el estómago, ¿mi carrera de matarife en la plaza de toros estaba a punto de terminar? ―me preguntaba sin encontrar una respuesta clara.
Era siempre el mismo toro de hierro, venía detrás de mí y pretendía comerme. Yo no podía correr por mi sobrepeso, me había convertido en un matador de toros pintado por Botero. Intentaba escapar de él, pero todos mis esfuerzos por menear mi desmesurada mole eran inútiles. El sudor me ahogaba, el aire se perdía antes de entrar en mis pulmones. Quería correr pero mis pies estaban clavados a la arena del ruedo. El toro se acercaba, sus colosales músculos crujían con cada movimiento. Lo observaba desde la distancia y temblaba de miedo. Al menos siempre me despertaba en el momento justo, cuando el astado abría la boca para engullirme de un solo bocado. 
Me levantaba de la cama con una pesadez insufrible, quería ser otro, pero la imagen del espejo me lo dejaba muy claro. No puedes cambiar, aunque lo desees, parecía decirme. No sabía qué pensar. Abrí la puerta de cristal del espejo y con la vista busqué las pastillas. Los calmantes me los tomaba a granel, me había convertido en un adicto a los analgésicos. Lo importante no eran los colores, sino lo que éstos hiciesen por mí. Poco a poco pasé de ser un experto matarife a un endeble mental. La culpa, toda la maldita culpa, la tenía ese nefasto sueño. Ese despreciable animal. No me dejaba en paz, lo sentía respirar en mi nuca cuando conciliaba el más liguero de los sueños. Sus pezuñas de metal me martilleaban sin descanso día y noche. Cuando entraba en la plaza a despedazar los toros de lidia me ponía enfermo. Los miraba aterrorizado porque encada uno de ellos veía la reencarnación de mi coloso; de mi pesadilla...
Había que terminar con él de una vez por todas. Salí del trabajo como cada día. Los compañeros con su bromas pesadas, yo sin decirles nada pero cagándome en la madre que los parió. Los dejé atrás con sus risas, me acerqué a la parada y esperé a que llegase el autobús. Las puertas se abrieron con un golpe seco, pero esta vez no me asusté porque las esperaba. Era como en mi sueño, las puertas se abrían de par en par y él salía embravecido. Mirando a un lado y a otro, hasta que mi cuerpo se interponía en su campo visual… Subí las escaleras con pasos lentos, me sentía algo mareado, pagué el importe y me senté. Me sequé el sudor que recorría mi frente bastante despejada; no podía más. Tenía los nervios destrozados, tantas noches sin dormir estaban pasándome factura. La hora se acercaba inexorable ―me repetí una y otra vez―. Con cada parada iba notando con más fuerza los resoplidos del animal, de mi alter ego, de mi igual. Bajé del autobús con dificultad. No tenía ganas de comer, pero me obligué a entrar en la panadería. La panadera me saludó:
―Manuel, ¿cómo van las cosas por el matadero, mucho trabajo? Oye, ¡tienes mala cara…!
No le respondí, para qué. Cogí la barra con desgana y la pagué. No estaba para nadie y menos para aquella cotilla. Ya en mi apartamento comí de forma frugal; no tenía hambre. Su presencia no me dejaba tragar. Fui hasta mi habitación, abrí el cajón de la mesilla, aparté los calcetines y los calzoncillos. Agarré con mi zarpa de oso el revólver. Lo observé con detenimiento y sin pestañear le grité como un niño rebelde a un padre despótico: ¡Te vas a joder! Hoy terminará todo para los dos.
Cargué las balas en el tambor, lo giré como un crupier experto. Me imaginé en una mesa redonda jugando a ser un piel roja sediento de sangre. Acaricié el gatillo y la bala hizo lo propio. La detonación me asustó, pero no tuve tiempo de reaccionar. El beso de la muerte ya estaba dentro de mí. Antes de perder el sentido por el impacto pude escuchar un mugido de cólera... Supongo que mis sesos se desparramarían por el cabezal de mi cama. No importa ―reflexioné―, ya vendrá la casera y lo limpiará todo.

16 comentarios:

  1. Que bien que te expresas, enhorabuena por el post

    Traffic Club | www.discoduroderoer.es

    Sorteo de licencias de WebSite X5 Evolution 10 http://goo.gl/raQjzi

    ResponderEliminar
  2. Me gustó la historia, en especial el final. El narrador (tú) deja al narrador omnisciente peor que una zapatilla jeje. TRAFFIC CLUB. Saludos.

    ResponderEliminar
  3. y olvidé mi blog jaja: memoriasdeorfeo.blogspot.com
    TRAFFIC CLUB

    ResponderEliminar
  4. y olvidé mi blog jaja: memoriasdeorfeo.blogspot.com
    TRAFFIC CLUB

    ResponderEliminar
  5. Hola José, me ha gustado mucho el post; gracias por compartirlo. Un gran saludo, Oz.

    Traffic Club.
    http://terror-en-el-cine.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  6. excelente post, como siempre saludos amigo nos vemooooooooooooos


    Tigrrrrrrrrrrrrrrrrrrra
    TRAFFIC-CLUB
    www.tigra-cuentosdehorror.blogspot.com






    ResponderEliminar
  7. He elegido tu blog para el premio de Liebster Award, así que si te interesa visita mi blog para echarle un vistazo ;).

    http://mietereomausoleo.blogspot.com.es/2013/09/mi-etereo-mausoleo-nominado-premio-liebster-award.html

    ResponderEliminar
  8. Me gustaría escribir así, te felicito. Sos un geniooooooooo
    tigra
    traffic-club
    tigra-cuentosdehorror

    ResponderEliminar
  9. Excelente prosa, y me ha gustado el detalle de la fuente en plan Olivetti. Un saludo.
    traffic-club The Dark Critic

    ResponderEliminar
  10. Ha estado bastante bien.

    Saludos.

    TRAFFIC CLUB

    ResponderEliminar
  11. Hola José:

    Muy interesante tu nueva novela... La conseguiré y ya te diré... por lo leído aquí, tiene muy buena pinta!!

    También te comento que te he otorgado un Liebster Blog Award, ya que el compañero José Maria Mera me lo dio el otro día... Para acceder al post, te dejo el enlace:

    http://tavernamasti.blogspot.com.es/2013/09/premio-bloggero-liebster-blog-award.html

    Saludos compañero! :D

    Traffic Club.

    La Taverna del Mastí.

    ResponderEliminar
  12. Hola Jose, oye que arduo trabajo le espera a la casera, limpiando sangre y sesos desperdigados por ahí, saludos
    TRAFFIC CLUB
    CUENTOS DE TERROR Y PROFECIAS

    ResponderEliminar
  13. Muy bueno, soy dueño de mi silencio, esclavo de mis palabras.
    TRAFFIC CLUB, Fútbol y Tenis, más que un juego

    ResponderEliminar